Los depredadores incluyen varias aves y mamíferos carnívoros, como halcones y águilas, principalmente el águila marcial (Polemaetus bellicosus), y chacales.
La especie muestra una variedad de estrategias contra los depredadores. Estos comportamientos incluyen llamados de alarma, manteniendo el estado de alerta colocando el cuerpo en una posición erguida, búsqueda de refugio, advertencias defensivas, acoso en grupo a un depredador, autodefensa y protección a los jóvenes.
Durante las amenazas defensivas y acoso, las suricatas aparentan ser más grandes de lo que en realidad son. Un individuo puede arquear su espalda, aparentar ser tan alto como le sea posible sobre las cuatro patas, con los pelos y cola erectos y la cabeza agachada. Al mismo tiempo, se mueve hacia adelante y hacia atrás, gruñe, silba y escupe en un intento de intimidar a su enemigo. El acoso requiere que un grupo de suricatos exhiban este comportamiento defensivo simultáneamente. Si un depredador se acerca a pesar de estas advertencias, la suricata se posa sobre su espalda con las garras y dientes visibles, protegiendo así la parte posterior de cuello. Para los depredadores aéreos, las suricatas van con más frecuencia a una madriguera en caso de inminencia de ataque. Es sorprendente, sin embargo, que los adultos puedan proteger a sus crías con sus propios cuerpos.
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